Ferru, como lo llaman sus fanáticos, está al borde de un momento decisivo en su carrera. El guerrero español, empuñando una raqueta y vistiendo un atuendo verde, se ha abierto camino hasta las semifinales de Roland Garros. Esta no es su primera aparición en esta etapa, ni tampoco será la última. Sin embargo, su entrada en las últimas cuatro etapas asume una inmensa importancia para su carrera, ya que esta es, con mucho, su mejor oportunidad para hacerse con un puesto en la final de un torneo de Grand Slam.
David Ferrer, el jugador No. 5 del mundo, le negó a su compatriota Tommy Robredo la oportunidad de continuar con su sueño en las semifinales. Derrotar a Tommy puede no parecer una gran hazaña, pero el cuatro veces cuartofinalista está de regreso en la gira con un nuevo vigor después de una ausencia prolongada debido a lesiones, y se había recuperado del borde de la derrota para ganar sus tres partidos anteriores.
Tras asegurarse dos tercios del partido, parecía imposible que Ferrer dejara que Robredo emulara sus resultados anteriores. Lo que siguió fue un tercer set completamente dominado por Ferrer similar a los dos primeros.
Este hombre valiente ha estado mejorando su juego y sus actuaciones durante el último año. Se le vio levantando el título en el Masters indoor de París, su primer título de este tipo, recuperando el puesto número 4 y obteniendo algunos de los mejores resultados de su carrera. Se podría argumentar que se benefició de la ausencia de su compatriota más ilustre, pero estuvo a la altura de ese desafío y ocupó admirablemente los zapatos de Nadal. Ahora tiene la oportunidad de crear el suyo propio. Una aparición final o una victoria aquí agregarían montones a su confianza.
Su forma a lo largo de este torneo ha sido espléndida. Aunque parecía estar un poco fuera de lugar en la primera ronda, exhibió su verdadera clase y forma en los siguientes partidos. Sus victorias 6-3, 6-1, 6-1 y 6-2, 6-1, 6-1 sobre Kevin Anderson y Tommy Robredo dicen mucho sobre su forma. Su próximo retador viene en la forma de Jo-Wilfried Tsonga, quien derrocó al segundo favorito Roger Federer. Su récord de cabeza a cabeza se lee 2-1 a favor de Ferrer.
Ferrer, conocido por ser uno de los mejores retornadores del juego en la actualidad, posee el juego y la aptitud para expulsar a Tsonga del cuadro. Es uno de los jugadores mejor clasificados que no ha logrado llegar a una sola final de Grand Slam. El año pasado, muchos de sus críticos destacaron su incapacidad para ganar una final de Masters como una marca negra en su boleta de calificaciones, que se jacta de ocupar el puesto número cuatro en la clasificación más alta de su carrera. Sí borró esa mancha, y ahora, se prepara para otra campaña para grabar su nombre en las mentes de los amantes del tenis y en los libros de historia del tenis.
Es quizás el jugador más subestimado que ocupa los escalones más altos del ranking de tenis. Claro, su falta de dureza en los grandes puntos a veces ha obstaculizado sus posibilidades de anotar victorias sobre jugadores mejor clasificados. Dejó escapar muchas ocasiones en sus enfrentamientos de cuartos de final ante Nadal en Madrid y Roma. Pero una gran proporción de la población que mira el tenis esperará que deje escapar esos pensamientos y se prepare para un enfrentamiento inminente contra su conquistador de los dos torneos anteriores en la última ronda, donde incluso si la victoria es esquiva, se ganará el respeto. y, lo más importante, la confianza para registrar su mejor temporada en la gira.
¡Todo lo mejor Ferru!